El jardín comestible

El jardín comestible

Creado el 22 de abril de 2019
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Tener un huerto en casa es algo al alcance de todos nosotros, incluso cuando solo tienes una ventana soleada. Nos permite tener nuestras propias hortalizas, culinarias o aromáticas frescas y saludables.

Cosechadas en su punto ideal de madurez, ecológicas, de kilómetro 0 y en tu propia terraza o balcón. ¿Qué más se puede pedir?

Su cultivo es muy gratificante y hará que nos reencontremos con la naturaleza. ¡Un divertido hobbie que dará sus frutos! Además, al cultivar nuestro jardín comestible en nuestras azoteas, terrazas o jardines, generamos un efecto muy beneficioso a la ciudad, captando CO2, limpiando el aire, aumentando la biodiversidad y generando oxígeno. Ahora te estarás preguntando, ¿por donde empiezo? No te preocupes, te vamos a explicar todo paso a paso.

¿Dónde lo ubico?

Primero tienes que elegir un lugar que reciba al menos 5 o 6 horas de luz directa al día (la orientación ideal es sur o suroeste). Sin embargo, algunas especies pueden crecer bien con algo menos de sol, como lechugas, espinacas, fresas, menta o perejil. Y por supuesto,¡no solo pienses en el suelo!, utiliza también jardineras y macetas colgantes para colocarlas en la pared, techos, barandillas o alfeizares de ventanas. Organiza tu huerto urbano según las necesidades de cada planta y alucinarás.

¿Qué plantas elijo para mi jardín comestible?

Culinarias: aportan un toque muy especial a nuestras recetas. Tenlas siempre a mano para condimentar tus platos favoritos. Son ideales para balcones o incluso ventanas.

Pimientos: otro indispensable del huerto. Con muy pocos cuidados podrás disfrutar de su aroma, textura y versatilidad culinaria. Mucho sol y agua, no necesita más. Y si quieres darle un toque hot a tus platos, elige las variedades picantes.

Tomates: la olorosa mata del tomate es una planta trepadora muy fácil de mantener. Deberás situarla en un lugar donde reciba muchas horas de sol, ¡así disfrutarás de sus frutos durante toda la temporada!

Verduras de hoja verde: hay muchas variedades donde elegir y son muy productivas. ¡Tus ensaladas serán la envidia de todos tus invitados!

Otras hortalizas: cultivadas en tu propio huerto tendrán un sabor inigualable. Además, podrás recolectarlas en temporada y en el momento justo de maduración.

Raíces y tubérculos: también muy fáciles de cultivar. Sus tallos son subterráneos, donde acumularán todos sus nutrientes. Cebollas, rabanitos, zanahorias… ¡Son un básico!

Plantas comestibles

¿Cómo lo planto?

Puedes sembrar tus propias semillas, pero es más rápido utilizar los semilleros o las macetas que se venden con las plantas jóvenes, para transplantarlas directamente a su lugar definitivo. Es muy fácil, y a los niños les encanta ayudar en esta tarea:

1º Saca con cuidado las plantas de su semillero o maceta para que el cepellón salga entero, sin desmoronarse.

2º Haz un hoyo en el lugar donde vayas a plantarlo. Mete la planta con su cepellón en el hoyo y aprieta la tierra ligeramente para que no queden huecos de aire.

3º Riega generosamente y revisa que el cepellón no haya quedado descubierto tras el riego.

¿Cuánto lo riego?

El riego del huerto es una tarea principal que no podemos descuidar. No existe una regla general, ya que depende de la especie que cultivemos, de la época del año y del clima donde nos encontremos. Por ello, es conocer muy bien las características de cada una de nuestras plantas. Si puedes, utiliza un riego por goteo ya que es una de las mejores opciones para un cultivo más sostenible, ¡ahorrarás agua!

¿Utilizo abonos y fertilizantes?

Si cultivas sobre una mesa o en una maceta, tu huerto urbano requiere un mayor aporte de nutrientes que un cultivo realizado directamente en el suelo. Así que la respuesta es ¡sin duda!, ayuda a tus plantas a crecer sanas y fuertes aportándoles abonos ecológicos cuando estén en pleno crecimiento y fructificación.

¿Cómo lo protejo?

Revisa a menudo tus plantas para detectar la presencia de insectos u hongos. Te recomendamos utilizar productos ecológicos para tratarlas. También podrás prevenirlo si incluyes entre tus plantas de huerto tagetes, calendulas, mentas… es el tip más natural.