Sobre todo para los gatos de corta edad, más curiosos y aventureros por naturaleza, la casa se puede convertir en un atractivo lugar para explorar que, por otra parte, no está exento de peligros. Por ello, es necesario tomar unas mínimas precauciones que eviten males mayores.
Cocina
Deberíamos tener especial atención con ollas que puedan derramarse, puertas abiertas de ciertos electrodomésticos como la lavadora, la secadora o el horno, que pueden atraer al gato por su calor; y armarios con productos de limpieza como lejía, desinfectantes, detergentes o insecticidas. En este último caso, hay que tener especial cuidado si le caen en el pelo, ya que el gato puede luego lamerse. Los líquidos anticongelantes les pueden resultar muy atractivos, ya que estos productos contienen glicol de etileno, una sustancia de sabor dulce y muy agradable al paladar de muchos gatos, pero desgraciadamente también muy venenoso.
Igualmente evitar que acceda al cubo de la basura ya que, además de encontrar restos de los productos señalados, pueden ingerir huesos pequeños que se atoren en su garganta. Además, se pueden encontrar con restos de plásticos, en especial con los que unen las latas de bebidas en los que pueden quedar atrapados.'
Salón
Hay que poner especial atención a los cables eléctricos ya que a algunos gatos les puede gustar masticarlos con el consiguiente peligro que implica. Es importante mantenerlos atados y cortos con el fin de evitar cualquier riesgo. Evitemos tener objetos débilmente apoyados o estantes repletos de preciosos adornos. Evitemos además las chimeneas desprovistas de resguardos y pongamos especial atención en las estufas encendidas.
Cuarto de baño
Mantener la tapa del inodoro siempre bajada, ya que los gatitos podrían intentar beber el agua del mismo y quedarse atrapados si la tapa se baja. Los medicamentos deben estar en un lugar seguro, incluso los que se consideran en teoría más inofensivos como la aspirina, ya que son peligrosos para el gatito.
Dormitorio
Los cajones, baúles y armarios deben mantenerse cerrados, pues les gustan los lugares tranquilos y oscuros y podrían quedarse atrapados en ellos.
Jardín o en el interior de casa
Si hay plantas en casa, ya sea en el jardín o en el interior, debes saber que existe una gran variedad de plantitas que pueden resultar venenosas si las mastican. Consultemos con nuestro veterinario y evitemos tenerlas.
Garaje
Antes de encender el motor, es conveniente tocar la bocina y comprobar que el gato no se encuentra encima del capó. Para ellos se trata de un lugar muy atractivo por el calor que desprende.
Cómo solucionar problemas en casa o en el jardín
Si en determinadas ocasiones tu gato no responde como esperas, sé paciente. Te damos a continuación algunos consejos para afrontar conflictos habituales que suelen presentarse si convives con gatos:
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No utiliza la bandeja de arena.
Si el gato se resiste a usarla, hay que llevarle a ésta siempre que sospechemos que está dando vueltas y buscando un lugar adecuado. Si no conseguimos acostumbrarle no hay que regañarle, especialmente si se encuentra en la bandeja, ya que si no va a asociarla a algo desagradable. Suele ser útil darle de comer en aquellos lugares que habitualmente tiende a ensuciar, probablemente pronto abandonará el hábito. Si nada de esto sirve, es también muy útil utilizar una pistola de agua. Si se le pulveriza un poco, evitando dirigírsela a los ojos, les suele disuadir de hacerlo fuera de la bandeja. La pistola de agua suele ser también útil como última alternativa para enseñarle al gato a no arañar muebles. -
Mordisquea las plantas.
Otro de los hábitos que puede adquirir un gato en una casa es el de mordisquear las plantas, lo que puede ser peligroso ya que algunas plantas comunes son venenosas para el animal. Un método para evitarlo es que las plantas pequeñas se coloquen fuera del alcance del gato y cubrir las grandes hasta que pierda esta costumbre. Ayuda bastante si le ponemos una planta de hierba gatera que le resultará sumamente atractiva. -
Se cuelga de las cortinas.
Este suele ser un hábito propio de los gatos jóvenes y es precisamente a temprana edad cuando hay que erradicarlo. Si no ha sido así, no debemos desistir, debemos hacerle entender que no está bien lo que hace mediante un ‘No’ firme o en última instancia con la pistola de agua. Tengamos paciencia, pronto entenderá la orden que le estamos dando. -
Rasca los muebles o el sofá.
Como en el caso anterior, este es un hábito que debería haber desaparecido ya en el gatito. Si nuestro gato lo repite una vez adulto, no debemos permitirlo. Es aconsejable emplear un tono firme de voz o la pistola de agua y reprenderle en el momento justo en el que ha hecho la fechoría. En este caso tenemos que asegurarnos también de que tiene a mano su rascador. Además, podemos impedirle el acceso durante una temporada a la habitación donde ha adquirido esa costumbre. Con el tiempo desistirá de este comportamiento
Al igual que el hogar, el jardín se puede convertir en un lugar que explorar para nuestro gato, pero también en un centro de peligros o simplemente en un ambiente donde cometer pequeños destrozos. Con unos mínimos cuidados también podemos evitar estas situaciones.
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Mordisquea plantas.
Lo peor es que se incline por mordisquear plantas que pueden ser nocivas para su salud. Es importante pues que nos informemos y nos hagamos con una lista de cuáles son para evitar tenerlas. Nuestro veterinario nos la facilitará sin ninguna duda. Entre las plantas más peligrosas para los gatos se encuentran las siguientes: el lirio, la hiedra, la centaura, el Ave del Paraíso, la Rosa de Navidad, el laburno, la dedalera o el tejo. Si tenemos plantas que no son peligrosas pero que el gato mordisquea y no nos gusta esta costumbre, suele ser muy práctico que le pongamos una maceta con hierba gatera. Rápidamente, el gato se inclinará por este manjar, abandonando las otras opciones que le proporciona el jardín. -
Caza pájaros.
En el caso de que se incline por cazar pájaros, una de las medidas más aconsejables es ponerle un collar con un cascabel. Ahora bien, si el gato tiene la costumbre, va a ser difícil quitársela. Hasta en los gatos mejor alimentados se puede manifestar su instinto cazador y realizar esta tarea simplemente por diversión, actividad que ejercitará siempre que le sea posible.