Plantas aromáticas y culinarias

El cilantro, el perejil o la hierbabuena son algunas de las plantas culinarias aromáticas que podemos cultivar en el huerto urbano y en nuestra propia casa. Además, son perfectas para cultivar en balcones, terrazas o incluso en las ventanas.

... Leer más
26 Productos
Has visto 26 productos de 26

Beneficios de las plantas culinarias y aromáticas

Aunque el uso más conocido de las plantas aromáticas es el culinario, tanto en fresco con hojas sueltas como en seco en forma de especias, también destacan por sus propiedades terapéuticas. Aquí mencionaremos algunos de los innumerables beneficios que aportan.

Mejora tus recetas

En la cocina, las plantas aromáticas actúan como condimento, cumpliendo varias funciones:

  • Realzan el sabor de los alimentos a través de su perfume y les dan un toque agradable de color.
  • Con el fin de obtener variedad, cambian el sabor de ciertos guisos.
  • Mejoran la presentación de los platos, aportándoles un carácter especial
  • Estimulan el apetito activando diferentes sentidos como el gusto, el olfato o, incluso, la vista.

Algunas de las plantas aromáticas pueden tener usos culinarios similares, pero, por lo general, cada una de ellas es el ingrediente estrella de algún plato en concreto.

  • La albahaca es el componente principal de la salsa pesto, muy utilizada en la pasta. También es perfecta para la básica, pero muy sabrosa, ensalada de tomate con mozzarella. Además, se puede echar a las pizzas tanto en hoja fresca como en seco. Combina a la perfección con el limón, el ajo y el aceite.
  • El cilatro es lo que aporta su sabor al pico de gallo mexicano, acompañando al tomate, el pimiento y la cebolla.
  • El eneldo aporta un sabor especial a la salsa de yogur, que utilizamos para dippear, por ejemplo, con fingers de pollo o con rodajas de calabacín. También se puede usar como ingrediente final de algunos guisos, estofados o sopas. El alimento al que más acompaña en España es el salmón, al que da sabor y decora. En todos los platos calientes, será preferible echarlo al final, ya que el calor hace que pierda tanto su olor como su sabor.
  • La hierbabuena se utiliza en crudo para algunas ensaladas, sobre todo para aportar frescura. También aromatiza algunos platos como las habas, con las que combina muy bien, aportándoles un sabor peculiar y único. Además, también se puede ver acompañando a la carne de cordero. Para los amantes de un buen cóctel, la hierbabuena es imprescindible, ya que aporta la intensidad al mojito.
  • El orégano, al igual que la albahaca, es perfecto para especiar las pizzas y los platos de pasta. También se utiliza como aliño, combinado con el aceite. Su uso está muy extendido en nuestro país y en Italia.
  • El perejil se suele combinar con el ajo para hacer salsas y marinados. También es muy utilizado en ensaladas.
  • El romero, con un intenso aroma, también se echa al final en los platos calientes como carnes y pescados o algunos guisos y platos al horno.
  • El tomillo es ideal para adobos de carnes para hacer un salteado. También es fundamental para algunos estofados o guisos con aves. Aunque produce su mejor efecto al ser especiado sobre chips de batata al horno.

Fragancias naturales

Algunas de las plantas aromáticas son más conocidas por su perfume que por su uso culinario, ya que sus hojas y flores acumulan una alta cantidad de aceites esenciales. De esta forma, aportan olores frescos e inspirados en la naturaleza. Si plantas varias de ellas en tu jardín o terraza, verás cómo sólo al pasar cerca te inundará un olor muy agradable.

De hecho, es muy habitual encontrar ambientadores con fragancias de estas plantas. De esta manera, también podrás aromatizar tus estancias de interior, en las que no estés cuidando este tipo de plantas.

  • La albahaca se suele mezclar con la mandarina para combinar las notas cítricas de algunos árboles frutales con un aroma floral, logrando un final amaderado-oriental.
  • El perfume de la lavanda es uno de los más clásicos. Por ello, es también el más usado entre los amantes de la jardinería, gracias a su toque suave, pero muy persistente y duradero.
  • La menta aporta sensación de aire puro, gracias a su mezcla con la lima.

Propiedades medicinales

Muchas de las plantas aromáticas poseen efectos muy positivos y beneficiosos para nuestra salud gracias a los minerales de los aceites que almacenan sus hojas. Debido a estas propiedades medicinales, son muy utilizadas como remedios caseros para aliviar algunas dolencias.

  • La albahaca, además de ser un repelente natural para los insectos, ayuda al sistema digestivo y favorece la secreción de leche a las madres lactantes.
  • La menta, que está compuesta por numerosos minerales y vitaminas, tiene propiedades expectorantes y antitusivas. También ayuda a mantener un aliento fresco.
  • La lavanda es muy utilizada en cosmética, ya que aporta múltiples beneficios a la piel proporcionando un efecto relajante, antiinflamatorio, cicatrizante y analgésico. También es muy conocido su uso para aliviar el estrés y la ansiedad.
  • Muchas de plantas aromáticas como el estragón, la hierbabuena, el romero, la salvia o el tomillo, entre otras, tienen efecto antiespasmódico, que previene y calma las contracciones involuntarias de los músculos, más conocidas como espasmos, aliviando el dolor que la acción puede producir.
  • Este tipo de plantas también propiedades diuréticas. Aunque puede sonar a típico consejo de abuela, por ello mismo tiene toda la razón del mundo. La salvia, el romero, el orégano o el hinojo, entre otras muchas, ayudan a eliminar el sodio y el agua del cuerpo, tratando así la hipertensión.

Fáciles de cultivar

Además de enriquecer nuestros platos con su espectacular gusto, de perfumar nuestras estancias con su agradable aroma y de ayudarnos a tratar posibles dolencias gracias a sus propiedades medicinales, las plantas aromáticas tienen otra ventaja más: son muy fáciles de cultivar. Por lo general, solo necesitarán mucha luz natural y riego moderado. Además, aunque se consideran plantas de exterior, también se pueden adaptar a estar en interiores, por lo que podremos tenerlas en una macetita en la encimera de la cocina o en suelo en el jardín.

Como se trata de plantas que pueden reproducir a partir de semillas, podemos disfrutar del proceso de cultivo completo, viendo cómo crecen.

Consejos para el cuidado de tus plantas culinarias y aromáticas

A continuación, te ofrecemos los cuidados básicos de algunas plantas aromáticas para que presenten su mejor imagen y ofrezcan su más intenso sabor a tus platos.

  • La albahaca, por ejemplo, requiere semisombra si se coloca en el exterior, pero necesitará mucha luz si está dentro de casa. Aunque dicen que es una de las plantas aromáticas más difíciles de cuidar, no es así. Necesita mimos, pero los suele reclamar por sí misma. El sustrato no debe secarse del todo antes de volver a regar, sino mantenerse húmedo. Si le falta agua, sus tallos y hojas se vendrán abajo. Entonces es el momento de regar. Verás cómo, en menos de una hora, recuperan su habitual postura erguida.
  • Tanto el perejil como el cilantro pueden adaptarse al exterior y al interior. Necesitarán mucha luz natural y sustrato húmedo, pero nunca encharcado.
  • El romero, el tomillo, la lavanda o la salvia son grandes amantes del sol directo y, por tanto, resistentes a la sequía. Se pueden cultivar tanto en maceta como en suelo, pero ten en cuenta que la lavanda y la salvia necesitarán espacio para su crecimiento y profundidad para el buen desarrollo de sus raíces.
  • La menta, al igual que la albahaca, ayuda a repeler los mosquitos. Es una planta a la que le gusta el agua, por lo que debe tener riego moderado, sin encharcar el sustrato. Durante los meses más calurosos preferirá la sombra, pero en invierno agradecerá los rayos del sol.

Poda de las plantas aromáticas

La poda es muy positiva para la salud de este tipo de plantas, ya que les permitirá renovar sus ramas para estimular su crecimiento. Desechar sus hojas viejas dará paso a nuevos brotes que harán que nuestra planta sea aún más arbustiva. La poda también ayudará a controlar su tamaño para que ocupe el espacio exacto que queremos darle.

Además, nos permitirá frenar las posibles plagas que hayan atacado a la planta, pero no hayan conseguido afectarla en su totalidad.

Asimismo, si lo que queremos es utilizar la planta como especia, esta es la técnica adecuada para conseguir las hojas que posteriormente vamos a secar.

La poda se realizará con distinta frecuencia, en función del tipo de planta a la que se vaya a aplicar. Si la planta echa flores demasiado temprano, será preferible cortárselas porque es un proceso con el que gasta mucha energía y le restará fuerza para seguir creciendo.

La albahaca, el perejil, el cilantro o la hierbabuena, que son plantas que comienzan su mejor época con la llegada del buen tiempo y pierden vigor en invierno, se tendrán que podar más a menudo que las hierbas perennes como la lavanda, el romero o el tomillo. De esta manera, se favorece su rebrote y se aumenta su productividad. Al podar, habrá que dejar parte de la planta para que tenga la fuerza suficiente para volver a brotar. Asimismo, será importante que se queden las hojas grandes, ya que son las que absorben más luz y, por tanto, permitirán que la planta haga la fotosíntesis.

Las antes mencionadas plantas aromáticas perennes se podarán con menos frecuencia, no más de dos veces al año. La poda se realizará, preferiblemente, al finalizar el invierno, ya que es cuando les comenzarán a salir nuevos brotes. Solo se cortará, como máximo, un tercio de la planta. Lo ideal, sería empezar por las hojas secas que estén en el inferior. Es importante que en todos los tallos se quede alguna hoja, puesto que si lo vaciamos al completo se secará definitivamente.

Como casi siempre, hay una excepción, que en este caso es la lavanda. Habrá que recortarla al acabar el verano o al comenzar el otoño. En este caso recortaremos una cuarta parte de la planta para que el resto se quede verde. Lo importante será quitar las flores secas.