Pablo Little, el artista andaluz que transmite su amor a las plantas a través de su obras
No pudimos resistirnos a colaborar con él ya que sus obras son el complemento perfecto para los amantes de las plantas y las flores. Así que, no lo dudó y se vino a nuestra tienda de Majadahonda a realizar el shooting de fotos y la entrevista. ¡Sus mensajes nos llegan al corazón!
Pablo, cuéntanos, ¿quién eres y cómo nace tu álter ego “Little”?
Soy un muchacho de Córdoba, al que siempre le ha apasionado dibujar y que nunca pensó que pudiera dedicarse a ello. De hecho, en el colegio los profesores no me animaban nada y al final estudié y trabajé de otras muchas cosas, hasta que un día decidí abrir mis cuadernos y me dí cuenta de que tenía algo que contar al mundo. En ese momento decidí parar todo lo demás y dedicarme al dibujo.
Escribir también me parece una forma de dibujar, cuando la gente dice que no sabe dibujar, digo no, el hecho de escribir la grafía ya es una forma de dibujar y comunicarte a través de la pulsión de la mano, por lo tanto, todos sabemos dibujar. ¿A qué forma y estilo? Eso ya, cada uno es un mundo y cada mente funciona de una manera.
Aunque tuve un año de crisis, de comer pasta, salchichas y sopa de sobre, mis padres me decían, ¡inténtalo, inténtalo! y si no sale bien, tienes 27 años y puedes reinventarte otra vez o volver a casa. Si nos necesitas, nos tienes, me repetían. Y me alegro un montón porque nunca tuve que pedirles ayuda, sabía que estaban y tenía una red de seguridad, y que si me caigo, el abrazo me lo dan.
En cuanto a mi álter ego, yo soy el pequeño de tres hermanos y mi hermano mayor empezó a decirme: “el pequeño, el pequeño, el little.” Y yo no fui consciente, pero cuando empecé a bocetar un día empecé a escribir sistemáticamente la palabra Little de diferentes maneras, en grande, en pequeño, en mayúsculas… Y de repente, la hice mía y me sentí así, como Pablo Little.
Hay una frase que dije un día, con la que me siento muy identificado y es que, me considero un niño grande y un adulto pequeño. Y en este limbo de la duda, ahí estoy yo, jugando, dibujando e inventando mis cosas. Esto es parte de mi persona curiosa, ser un niño grande y un adulto pequeño, no tener la responsabilidad de un adulto ni la inocencia completa de un niño. Creo que es una de las cosas que si un día pierdo, no sería yo.
Vemos que las plantas y las flores están presentes en muchas de tus obras, ¿qué conexión tienen tus piezas con la naturaleza?
Yo siempre he vivido rodeado de naturaleza, soy de un pueblo de la sierra de Córdoba y los fines de semana íbamos a subir montañas con los amigos. Y luego, bueno, entiendo que una flor o una planta es una demostración de amor, y al final en mi vida personal siempre ha sido como el objeto a regalar o el regalo perfecto para lanzar un mensaje. Y por eso, siempre han acabado en mis dibujos como elementos decorativos o como elemento principal.
Otro elemento que utilizo mucho son las palmeras, que para mí, significan verano y descanso. El año pasado tuve una crisis personal y no paraba de dibujar palmeras, palmeras, palmeras y más palmeras. También dibujaba muchos gatos como elementos de protección. Cada cosa me da cierto alivio en cada momento.
La monstera es la protagonista de uno de tus dibujos, ¿por qué elegiste esta planta?
Hace unos años una persona me regaló una monstera muy chiquitita y cuando me la dio, le dije: “qué tierno eres” y contestó: “no, es la ternura de las plantas”. El dibujo salió solo. Ahora esa monstera está en mi estudio y tiene como 30 hojas, está exuberante y, además, no para de crecer. Es feliz en el sitio donde está, cada semana tiene nuevas hojas y ha sobrevivido a las mudanzas y de todo.
Tienes varios jarrones preciosos, pero hay uno que nos cautivó especialmente. Es el jarrón “no te rompas”, ¿qué quisiste transmitir con esta pieza?
El jarrón “no te rompas” viene de un dibujo donde hay un gato pasando por detrás de un jarrón que pone esta frase. Significa que un simple movimiento del gato puede romper el jarrón lleno de flores, pero aún así este lo soporta. En mi parte de cerámica, hago jarrones para flores, ya que cuando alguien regala un jarrón y a posteriori le llegan las flores, es como darle una segunda vida. Le llega la vida, mi parte está hecha y ahora viene la vida de las flores.
La cerámica es un material muy duro en todo su proceso de elaboración desde amasar, hasta pulirlo y esmaltar, es muy tosco, pero es tan frágil a la vez, que con un golpecito mal dado puede resquebrajarse. Esta dualidad del material le da todo el sentido a la pieza. Es un mantra para que el corazón se mantenga firme y con él, poder lanzar un mensaje de consuelo. Una persona cercana a mí, falleció y en el viaje que estaba realizando en tren, hice justamente ese dibujo sobre un papel y más adelante decidí transmitirlo a la cerámica.
Hablando de corazones… ¿Celebras San Valentín?
He celebrado San Valentin otros años, pero, por ejemplo, el año pasado salimos una amiga y yo a tener una cita de amigos. Fue otra versión de San Valentín, además, nos regalamos hasta unas flores.
En mi libro, que se llama “Eres mi persona favorita” hablo del amor incondicional, el 360º, el que tienes con tus amigos, con tus padres y por eso, yo en San Valentín, festejo el amor. Porque si estás soltero, ¿qué pasa? ¿Es un día malo? Pues no, hay que buscar un plan B y me encanta.
Me he dado cuenta, de hecho, que hay mucha gente que se dice cosas con mi trabajo, se mandan un montón de regalos, dibujos, jarrones… Mi trabajo es amor.
Para terminar, vamos a hacerte 3 preguntas rápidas para conocerte un poco mejor:
¿Cuál es tu planta favorita?
Mi planta favorita es, sin duda, el papiro. Lo he dibujado varias veces y está metido en mis dibujos, aunque la planta del aguacate también tiene un trocito de mi corazón.
¿Y tu flor preferida?
El tulipán, en todos sus colores.
¿Eres un GREENLOVER o un plant killer?
Soy 100% Greenlover y casi nada plant killer. De hecho, me preocupo mucho porque no se me mueran las plantas, a lo mejor no las tengo perfectas, pero cuando me voy de vacaciones siempre busco a alguien que las cuide.