El 14 de febrero prácticamente eclipsa al resto de días de este mes que, aunque en ocasiones puede ser el más frío del año, se caracteriza también por ofrecer los primeros signos de la próxima llegada de la primavera. Te proponemos una mezcla de amor, color y fuerza como sugerencias de plantas idóneas para este mes. ¡No te las pierdas!
Anturio (Anthurium)
En el mes de San Valentín, ¡cómo no recomendar llevar a casa la flor del amor! La particular forma de corazón de las flores del anturio convierte a esta planta en el símbolo perfecto del sentimiento amoroso. Su porte elegante, esbelto y tropical hace, además, que su presencia llene de exotismo y atractivo aquel rincón donde se encuentre.
Cuidados básicos
- Agradece una temperatura constante y mucha humedad ambiental.
- Evita que incida sobre ella el sol directo, pero asegúrate de que recibe suficiente luz, sobre todo en otoño e invierno. Por ejemplo, se la puede engañar con la luz encendida varias horas para promover la aparición de más flores.
- No necesita poda, solo que retires hojas y flores marchitas.
Gerbera
El principal atractivo de las gerberas, sin duda, es la gama de colores que ofrecen, yendo desde el rosa chicle a los rojos más intensos, pasando por naranjas y amarillos penetrantes o magentas pastel. Además, existen numerosas variedades híbridas que ensanchan el abanico de colores disponible.
Cuidados básicos
- Aunque es una planta de exterior, se adapta perfectamente a interior siempre que esté en un lugar luminoso.
- Riégala sin mojar el centro de la planta, ni encharcando la tierra.
- Mantenla a unos 24 ºC de media. Puede aguantar hasta 30 ºC y no convendría exponerla a menos de 15 ºC.
Pilea
Esta planta de interior se caracteriza por sus hojas ovaladas con manchas plateadas y es muy utilizada en composiciones con otras plantas de mayor tamaño.
Cuidados básicos
- Sitúala en un lugar donde le alcance la luz indirecta y evita que incida el sol directo.
- Aléjala de corrientes de aire y procura mantenerla a una temperatura entre 10 y 25 ºC, con una humedad ambiente lo más elevada posible.
- Riégala moderadamente y, en primavera y verano, abónala cada dos semanas.