Descripción
Areca, conocida científicamente como Dypsis lutescens o Chrysalidocarpus lutescens, también conocida comúnmente como Palmera Areca o Palmera Mariposa, es una de las palmeras más populares para interiores, originaria de Madagascar. Este ejemplar destaca por su elegante porte y sus hojas arqueadas, compuestas por folíolos finos y puntiagudos que irradian desde múltiples tallos, creando un efecto visual muy atractivo y tupido.
Su capacidad para adaptarse a los interiores y su rol como purificador de aire según estudios de la NASA, hacen de la Areca una elección excelente para oficinas y hogares. Añade un toque tropical y refrescante a cualquier espacio, contribuyendo también a mejorar la calidad del aire interior.
- Hoja: Hojas perennes, largas y arqueadas, con numerosos folíolos brillantes que forman una corona densa y verde.
- Crecimiento: Crecimiento moderado, puede alcanzar hasta los 6 a 8 metros en su hábitat natural, pero en interiores suele mantenerse más contenido.
- Forma: Troncos múltiples que se adelgazan hacia la base, lo que le confiere un aspecto esbelto y elegante.
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Cuidados
- Ubicación: las arecas prefieren la luz brillante pero indirecta. Evita la luz solar directa, especialmente en las horas más intensas del día. Ten en cuenta, además, que cuando cultives tu areca en interiores, deberás colocarla cerca de una ventana con luz filtrada o utiliza unas cortinas para suavizar la luz.
- Riego: mantén el sustrato uniformemente húmedo, pero evita el encharcamiento. Las arecas no toleran el suelo empapado por lo que asegúrate de que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar. El riego excesivo puede llevar a problemas como la pudrición de raíces.
- Humedad: estas plantas prosperan en ambientes húmedos. Aumenta la humedad si estás cultivando la planta en un entorno seco, especialmente durante los meses de verano cuando los interiores tienden a ser más secos.
- Temperatura: las arecas prefieren temperaturas cálidas y no toleran bien las corrientes de aire frío ni las temperaturas demasiado bajas. Mantén la temperatura ambiente entre 18-24 °C.
- Fertilizante: opta por un fertilizante balanceado durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) y asegúrate de utilizarlo aproximadamente cada 4-6 semanas, pero reduce la frecuencia durante los meses de otoño e invierno. Uno de los más recomendables es el de Plantas Verdes con hierro y potasio de Compo, que puedes adquirir aquí.
- Poda: retira las hojas amarillentas o dañadas para fomentar un crecimiento saludable. Las arecas no requieren mucha poda, pero es bueno mantenerlas limpias.
- Suelo: utiliza un sustrato bien drenado que retenga la humedad, pero no se quede empapado.