Descripción
La Echeveria es un género que pertenece a la familia de las crasuláceas, y que se cracteriza por su porte corto y la roseta que forma en su desarrollo. Su nombre se debe al botánico mexicano que lo descubrió, Atanasio Echevarría. Las hojas de las echeverias pueden tener tonalidades que van desde el verde al rojo, pasando por el gris o el azul, y florecen en primavera con racimos que salen del centro de la planta. Sin embargo, no todas las variedades las hojas crecen en la misma dirección, aunque la mayoría de las echeverias crecen hacia los lados, hay algunas variedades que crecen hacia arriba.
Más información
Esta variedad se trata de la Echeveria pulvinata y se caracteriza principalmente porque parece estar hecha de terciopelo ya que sus hojas están cubiertas por unos pelillos blancos cortos. Bajo ellos, otros pero de color verde oscuro y sus puntas con un ligero tinte de color rojo. Además, sus hojas son alargadas y crecen en forma de roseta en torno a un tallo. La base de estas es delgada, algo que hace visible el tallo en muchas ocasiones. Estas, a diferencia de otras echeverias, crecen hacia arriba, y la altura máxima que alcanzan es de 30 centímetros aproximadamente.
Medidas:
- Diámetro de la maceta: 13 cm
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Esta variedad se trata de la Echeveria pulvinata y se caracteriza principalmente porque parece estar hecha de terciopelo ya que sus hojas están cubiertas por unos pelillos blancos cortos. Bajo ellos, otros pero de color verde oscuro y sus puntas con un ligero tinte de color rojo. Además, sus hojas son alargadas y crecen en forma de roseta en torno a un tallo. La base de estas es delgada, algo que hace visible el tallo en muchas ocasiones. Estas, a diferencia de otras echeverias, crecen hacia arriba, y la altura máxima que alcanzan es de 30 centímetros aproximadamente.
Medidas:
- Diámetro de la maceta: 13 cm
Cuidados
- Necesitará mucha luz, por lo que será mejor que la ubiques en un lugar luminoso, asegurándote siempre de que no recibe los rayos del sol de forma directa.
- Las echeverias están acostumbradas a zonas áridas, por lo que tendrás que regarla cuando el sustrato esté seco. Pero ¡cuidado! No deberás pasarte con el riego, ya que un exceso de humedad podría pudrir las raíces o provocar la aparición de hongos.
- Aguanta todo tipo de temperaturas, pero será mejor resguardarla del frío.
- Abónala a principios de primavera para aportarle los nutrientes necesarios.