Se aproxima el invierno y perdemos horas de luz, pero eso no significa renunciar a la calidez de las plantas con flor en nuestros hogares. Las hay de ciclo invernal, que agradecen la bajada de temperaturas y florecen en estas fechas. Este noviembre nos gustaría destacar dos de ellas, el ciclamen y la calluna. Resultan típicas en esta época del año, como también lo son los bulbos de otoño, cuyo representante en nuestra selección mensual es el jacinto. Descubre o refresca con nosotros algunas de las características y usos de estas tres plantas y ¡llena de color el otoño!
Calluna
Se conoce como calluna al brezo de exterior, que en otoño se encuentra en plena floración. Es habitual encontrarla en jardineras que decoran terrazas y balcones durante esta época junto a otras plantas también con floración otoñal, como el ciclamen.
Cuidados básicos
- Requiere un riego ocasional, con agua sin cal, si es posible, en días sin heladas. Necesita humedad constante en la tierra, para ello se recomienda tenerla siempre sobre un plato con agua.
- Añádele un poco de abono orgánico al comienzo y al término de la época de crecimiento (principios de primavera y final de verano).
- Le gusta la temperatura fresca, por eso es recomendable tenerlo fuera de casa o, si está en interior, al menos sacarlo durante la noche.
Ciclamen
Su colorido floral constituye el gran atractivo de esta planta. Las flores pueden llegar a durar todo el invierno y existen tonalidades muy diversas que van desde el rojo o el rosa intenso, hasta el blanco, pasando por rosas más claros, corales u otros colores matizados, sin contar las variedades bicolores. Especialmente bello resulta también el ciclamen mini, con flores de menor tamaño, pero de atractivo igualmente manifiesto.
Cuidados básicos
- Como el brezo, el ciclamen también agradece las temperaturas frescas, por lo que si lo ubicamos dentro de casa, será mejor tenerlo orientado hacia el norte y sacarlo al exterior por la noche.
- Requiere un riego moderado, evitando siempre la humedad excesiva de la tierra, pues podría pudrir los tallos el bulbo. Por el contrario, la escasez de agua llevaría a que la planta se pusiera mustia. En consecuencia, lo adecuado es mantener la tierra húmeda, retirando el excedente de agua del plato después de cada riego.
Jacinto
La floración natural del jacinto es en primavera, no en otoño; sin embargo, se planta en estas fechas, por eso le dedicamos nuestra atención como planta otoñal. Además, es posible encontrar bulbos forzados con floraciones invernales para su cultivo en interior. Es especialmente reseñable la espectacular fragancia de esta planta y su versatilidad para formar parte de composiciones en jarrones y centros de mesa.
Cuidados básicos
- Si ubicamos el jacinto en un lugar fresco y sin excesiva luz, se abrirá lentamente y durará más.
- Procura que la tierra siempre esté húmeda, para ello puedes tenerlo sobre un plato con agua.
- Después de la floración del jacinto, podemos intentar mantener viva la planta trasplantándola a un recipiente más grande con tierra bien abonada. De ese modo, las hojas continuarán creciendo y favorecerá la aparición de nuevas flores la siguiente temporada.